El Barça cerrará BarçaTV el próximo verano
El Barcelona atraviesa una época convulsa de transformación y cambio marcada fundamentalmente por su enorme deuda financiera. Joan Laporta ha pasado sus dos últimos años de mandato, desde que regresó a la presidencia del club en 2021, buscando la fórmula mágica para cuadrar cuentas y construir un equipo competitivo, pero ha tenido que tomar decisiones drásticas en este periodo para intentar lograrlo.
Parece que los títulos empiezan a llegar, pero quizá el sacrificio ha sido demasiado grande. Han aprobado también la financiación para el nuevo Camp Nou y el Espai Barça, pero a un interés desorbitado para la situación actual de la institución. Quieren recuperar a Leo Messi, que se fue empujado por la misma deuda, pero vendieron partes importantes del patrimonio del club como ‘palancas’ para otros fichajes mientras futbolistas como Araujo o Gavi tienen problemas para ser inscritos.
Y, ahora, la guinda del pastel la pone una noticia triste para la masa social barcelonista. El club, en el marco de su política de recortes autoimpuesta como obligatoria por su crisis económica, tiene previsto cerrar su clásico canal de televisión, BarçaTV, el próximo 30 de junio, cuando finalice el contrato que lo une a Movistar+.
Según ha adelantado RAC1, la directiva azulgrana espera ahorrarse unos ocho millones de euros anuales, y es por eso que han decidido no prorrogar el acuerdo con la plataforma multinacional. La cara negativa, además de la desaparición de la televisión propia del club, la conforman los 150 profesionales que trabajan en el medio, entre contratados y colaboradores, a quienes ya han comunicado la decisión. De ellos, entre empleados y autónomos, se destruirán hasta 120 puestos de trabajo.
En los últimos meses, esos mismos trabajadores venían reivindicando con huelgas y protestas sus derechos laborales, exigiendo una mejora de sus condiciones laborales. Finalmente, en el mes de febrero, llegaron a un acuerdo garantizando unos mínimos con la filial de Telefónica, pero por aquel entonces la decisión estaba ya prácticamente tomada.
Un nuevo varapalo para la afición culé, que pierde así un referente en lo concerniente al día a día de su equipo y de su club, del que tantas secciones blaugranas se beneficiaban para tener la cobertura mediática necesaria. Aun así, según indica el diario Sport, la entidad ya busca nuevas fórmulas para mantener la imagen del club y seguir emitiendo sus contenidos, aprovechando la fuerte implementación del club en las redes sociales.
El Barcelona atraviesa una época convulsa de transformación y cambio marcada fundamentalmente por su enorme deuda financiera. Joan Laporta ha pasado sus dos últimos años de mandato, desde que regresó a la presidencia del club en 2021, buscando la fórmula mágica para cuadrar cuentas y construir un equipo competitivo, pero ha tenido que tomar decisiones drásticas en este periodo para intentar lograrlo.
Parece que los títulos empiezan a llegar, pero quizá el sacrificio ha sido demasiado grande. Han aprobado también la financiación para el nuevo Camp Nou y el Espai Barça, pero a un interés desorbitado para la situación actual de la institución. Quieren recuperar a Leo Messi, que se fue empujado por la misma deuda, pero vendieron partes importantes del patrimonio del club como ‘palancas’ para otros fichajes mientras futbolistas como Araujo o Gavi tienen problemas para ser inscritos.
Y, ahora, la guinda del pastel la pone una noticia triste para la masa social barcelonista. El club, en el marco de su política de recortes autoimpuesta como obligatoria por su crisis económica, tiene previsto cerrar su clásico canal de televisión, BarçaTV, el próximo 30 de junio, cuando finalice el contrato que lo une a Movistar+.
Según ha adelantado RAC1, la directiva azulgrana espera ahorrarse unos ocho millones de euros anuales, y es por eso que han decidido no prorrogar el acuerdo con la plataforma multinacional. La cara negativa, además de la desaparición de la televisión propia del club, la conforman los 150 profesionales que trabajan en el medio, entre contratados y colaboradores, a quienes ya han comunicado la decisión. De ellos, entre empleados y autónomos, se destruirán hasta 120 puestos de trabajo.
En los últimos meses, esos mismos trabajadores venían reivindicando con huelgas y protestas sus derechos laborales, exigiendo una mejora de sus condiciones laborales. Finalmente, en el mes de febrero, llegaron a un acuerdo garantizando unos mínimos con la filial de Telefónica, pero por aquel entonces la decisión estaba ya prácticamente tomada.
Un nuevo varapalo para la afición culé, que pierde así un referente en lo concerniente al día a día de su equipo y de su club, del que tantas secciones blaugranas se beneficiaban para tener la cobertura mediática necesaria. Aun así, según indica el diario Sport, la entidad ya busca nuevas fórmulas para mantener la imagen del club y seguir emitiendo sus contenidos, aprovechando la fuerte implementación del club en las redes sociales.