Llull, tras su durísima falta que inició la gran batalla entre Madrid y Partizán: «Asumo mi responsabilidad»
Tras una fuerte tormenta siempre llega la calma, y sale el sol. Y eso es lo que ha ocurrido después de la brutal pelea en el WiZink Center entre los jugadores del Real Madrid y Partizán de Belgrado. Los primeros mensajes de arrepentimiento de algunos de los implicados ya son una realidad en sus perfiles oficiales de redes sociales: «Asumo mi responsabilidad».
Sergio Llull, capitán del Real Madrid de baloncesto, fue uno de los protagonistas principales de la brutal pelea. El base español, a falta de 1:40 para el final del encuentro, realizó una dura entrada sobre el estadounidense Kevin Punter, la cual provocó una tormenta ‘perfecta’ sobre la cancha madridista.
HUGE BRAWL just went down in Wizink Center between Partizan and Real Madrid players 😱 #EuroLeague pic.twitter.com/wkpzyIQTcM— BasketNews (@BasketNews_com) April 27, 2023
Llull ha querido mandar un mensaje de arrepentimiento en sus redes sociales para que «no vuelva a suceder» un incidente de este calibre: «Lo de anoche no debe ocurrir nunca en una cancha de baloncesto. Asumo mi responsabilidad por hacer esa dura falta que desencadenó el desastre posterior. Mis disculpas a todos los aficionados al baloncesto».
No obstante, Sergio no fue el primer jugador en pedir disculpas tras lo sucedido. Rudy Fernández, en la rueda de prensa después del partido, pidió disculpas a todo amante del baloncesto tras lo sucedido sobre la pista del WiZink: «Pedir perdón a todo el mundo del baloncesto. Consideramos al Partizán como un equipo ‘amigo’. Estamos aquí para que la gente disfrute de este deporte y de la Euroliga. Ojalá no vuelva a pasar…».
Chus Mateo, entrenador del Madrid, también fue protagonista en rueda de prensa y explicó «que en vestuarios se había calmado todo» en relación a lo que habíamos observado en pista. El técnico español habló de la importancia de este aspecto para afrontar los dos próximos partidos en Belgrado y tacha como «difícil, pero no imposible», el reto de dar la vuelta a la eliminatoria en Serbia.
Tras una fuerte tormenta siempre llega la calma, y sale el sol. Y eso es lo que ha ocurrido después de la brutal pelea en el WiZink Center entre los jugadores del Real Madrid y Partizán de Belgrado. Los primeros mensajes de arrepentimiento de algunos de los implicados ya son una realidad en sus perfiles oficiales de redes sociales: «Asumo mi responsabilidad».
Sergio Llull, capitán del Real Madrid de baloncesto, fue uno de los protagonistas principales de la brutal pelea. El base español, a falta de 1:40 para el final del encuentro, realizó una dura entrada sobre el estadounidense Kevin Punter, la cual provocó una tormenta ‘perfecta’ sobre la cancha madridista.
HUGE BRAWL just went down in Wizink Center between Partizan and Real Madrid players 😱 #EuroLeague pic.twitter.com/wkpzyIQTcM
— BasketNews (@BasketNews_com) April 27, 2023
Llull ha querido mandar un mensaje de arrepentimiento en sus redes sociales para que «no vuelva a suceder» un incidente de este calibre: «Lo de anoche no debe ocurrir nunca en una cancha de baloncesto. Asumo mi responsabilidad por hacer esa dura falta que desencadenó el desastre posterior. Mis disculpas a todos los aficionados al baloncesto».
No obstante, Sergio no fue el primer jugador en pedir disculpas tras lo sucedido. Rudy Fernández, en la rueda de prensa después del partido, pidió disculpas a todo amante del baloncesto tras lo sucedido sobre la pista del WiZink: «Pedir perdón a todo el mundo del baloncesto. Consideramos al Partizán como un equipo ‘amigo’. Estamos aquí para que la gente disfrute de este deporte y de la Euroliga. Ojalá no vuelva a pasar…».
Chus Mateo, entrenador del Madrid, también fue protagonista en rueda de prensa y explicó «que en vestuarios se había calmado todo» en relación a lo que habíamos observado en pista. El técnico español habló de la importancia de este aspecto para afrontar los dos próximos partidos en Belgrado y tacha como «difícil, pero no imposible», el reto de dar la vuelta a la eliminatoria en Serbia.