Un poco de lubricante, la clave de la sencilla reparación del DRS de Alonso en Bakú
El alerón trasero del AMR23 fue un verdadero quebradero de cabeza para los ingenieros de Aston Martin este fin de semana del GP de Azerbaiyán. La innovación en la parte trasera de coche, llamada a ser una revolución, se convirtió en una pesadilla durante las sesiones del viernes y del sábado que costaba a los monoplazas de Alonso y Stroll dos décimas por vuelta, hasta que los mecánicos dieron con la clave: un poco de lubricante.
Esa fue la explicación que ofreció a Motorsports.com el director de la escudería, Mike Krack, al ser preguntado sobre la solución para una pieza de rendimiento muy deficiente en el momento de activación del DRS. «No puedo decírtelo, pero algo parecido al WD40 (el reconocido ‘3 en 1’). El coche estaba en parc fermé, así que no se puede hacer mucho, intentamos limpiar las superficies y comprobar todos los huecos», comentó.
«Lo hemos revisado todo con la FIA, que nos ha ayudado mucho, y habréis visto que también hemos cambiado el ala del coche de Fernando [Alonso]. Eso fue después de una comprobación rutinaria, básicamente, porque si tiras todo el tiempo del alerón cuando no se está moviendo, entonces le pones más tensión, así que por seguridad queríamos cambiarlo», añadió Krack.
Al fin y al cabo, no es un drama
En cualquier caso, el directo deportivo analizó el fallo como una distracción del verdadero lastre de este fin de semana, el segundo sector del trazado de Bakú donde no hay DRS. «Es una distracción, y gran parte del equipo se centra entonces en eso, así que esa también es la razón por la que ya no tenemos el problema. En general, creo que hemos conseguido solucionarlo, nos hubiera gustado haberlo hecho antes para no tenerlo, pero al fin y al cabo, no es un drama», concluyó el director de Aston Martin, seguro de que contarán con la solución definitiva de cara al próximo circuito.
El alerón trasero del AMR23 fue un verdadero quebradero de cabeza para los ingenieros de Aston Martin este fin de semana del GP de Azerbaiyán. La innovación en la parte trasera de coche, llamada a ser una revolución, se convirtió en una pesadilla durante las sesiones del viernes y del sábado que costaba a los monoplazas de Alonso y Stroll dos décimas por vuelta, hasta que los mecánicos dieron con la clave: un poco de lubricante.
Esa fue la explicación que ofreció a Motorsports.com el director de la escudería, Mike Krack, al ser preguntado sobre la solución para una pieza de rendimiento muy deficiente en el momento de activación del DRS. «No puedo decírtelo, pero algo parecido al WD40 (el reconocido ‘3 en 1’). El coche estaba en parc fermé, así que no se puede hacer mucho, intentamos limpiar las superficies y comprobar todos los huecos«, comentó.
«Lo hemos revisado todo con la FIA, que nos ha ayudado mucho, y habréis visto que también hemos cambiado el ala del coche de Fernando [Alonso]. Eso fue después de una comprobación rutinaria, básicamente, porque si tiras todo el tiempo del alerón cuando no se está moviendo, entonces le pones más tensión, así que por seguridad queríamos cambiarlo», añadió Krack.
Al fin y al cabo, no es un drama
En cualquier caso, el directo deportivo analizó el fallo como una distracción del verdadero lastre de este fin de semana, el segundo sector del trazado de Bakú donde no hay DRS. «Es una distracción, y gran parte del equipo se centra entonces en eso, así que esa también es la razón por la que ya no tenemos el problema. En general, creo que hemos conseguido solucionarlo, nos hubiera gustado haberlo hecho antes para no tenerlo, pero al fin y al cabo, no es un drama», concluyó el director de Aston Martin, seguro de que contarán con la solución definitiva de cara al próximo circuito.